Seguidores

lunes, 28 de marzo de 2011

No trates como una prioridad si te tratan como una opción.


Podemos dar algo, y de hecho muchas veces lo hacemos, de forma absolutamente altruista. Somos, cuando entendemos que debemos serlo, generosos en las mil y una formas que podemos entender: con nuestro tiempo, para aquellos que lo requieren, con nuestro dinero, para quienes lo precisan, con nuestro apoyo desinteresado a las causas que creemos justas. Damos nuestras ganas por nada, queremos a alguien a veces sin correspondencia, en definitiva: somos capaces de ser solidarios hasta límites insospechados. Dejando eso sentado, y para cuando decidimos ser menos prodigiosos, apliquemos el famoso "algo a cambio de algo"
La reciprocidad, que implica que si alguien te regala ese algo, tú deberías estar dispuesto a corresponder posteriormente con otro algo. Generalmente siempre hacemos las cosas esperando algo a cambio y lo lógico, natural y necesario es corresponder. Si no lo hacemos, se produce un desequilibrio y se corre el riesgo de acabar con cualquier relación.
Salvo el caso de personas admirables, las ocasiones en las que hacemos las cosas por razones desinteresadas son contadas y ante todo, elegidas por nosotros y no por los demás. ¿Que nos gustaría que esto funcionara de otra manera y que en todo lo que hiciéramos no mediara un intercambio implícito de beneficio? Por supuesto, pero me temo que en la realidad es lo más corriente.
Cuando somos hábiles en lograr un beneficio concreto con quien tratamos, a cambio retornará, como mínimo, la inversión realizada y en algunos casos multiplicada.
Y a la hora de establecer lo que necesitan otros, no pienses estrictamente en términos materiales. Piensa que a veces lo que deseamos es simplemente reconocimiento o que alguien nos escuche o una cierta sensación de bienestar o más fácil: una sonrisa, algo de comprensión, una pizca de complicidad, cariño, ánimo ... Hay veces que sólo queremos sentirnos importantes o que nos miren a los ojos y nos digan ¡Eh, que te veo y que sé que estás ahí!

No hay comentarios:

Publicar un comentario