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jueves, 24 de mayo de 2012

(2) No todo podía ser perfecto.

Mal. Peor que mal. Nefasto. Excesivo sosiego. Me agobio. Te aburres. Comienzan los primeros desperfectos. Recuerdas por qué te marchaste otras veces. A la mierda la probabilidad. Quieres quedar. No, hoy no me apetece. De puta madre. Parece que haya que hacer las cosas por obligación, cojones. No, si no quieres, pues nada. Vale. Se cansa. ¿Por qué no llamaste ayer? No me agobies, anda. Pregunta que hacia dónde va esto. Quiere tener algo más. Hacia mal sitio si continúas así. Así cómo. Discusión. No es cómo le idealizaste. Quieres que cambie. Lo intentas. No cambia. Intenta cambiarte. ¿Wtf? No voy a cambiar por él. Mal. A peor. Llamadas de minutos contados con el te quiero sin sentido al final. 5 minutos contados. Eternas. Tensión. Mucha. De la mala. Celos disparatados. Putos celos de mierda. Ojalá no hubiese. Contener. Regañar. Discutir doblemente. Le gritas. Te alza la voz. Gilipollas. Puta. Imbécil. Zorra. Sólo quieres perderle de vista. Reconciliación. Unos días bien. Más disputas. Drama. Discusión por toda la ciudad. Apesta la ciudad. Perder el control. Droga. Borrachera. Gritos, más gritos. Reproches. Cada uno por su lado. Conoce a otra. Volvéis. Algo raro se presencia. Confianza en decadencia. Celos con razón. Asco de celos. Déjame en paz. Mierda de Nueva York. De frio. De ambiente. Piensa en la otra. Sueña con la otra. Idealiza a la otra. Te conviertes en la otra. Escribe sobre la nueva. Que tiene ella que no tenga yo. Todo. Se lía con la otra. Total no tiene nada serio. Lo siente no pretende hacerte daño. Te quiere pero. No le mereces. No eres tú. Pero él te quiere. Lo hace difícil. Huida. Echar de menos. Adiós.

martes, 22 de mayo de 2012

(1) Quiéreme si te atreves.

Le ves. Le conoces. Le vuelves a ver. Idealizas. Se presenta. Le oyes. Tiene la voz más grave de lo que pensabas, pero está bien. Sonríe. Dientes bonitos pero no perfectos. Pelo corto tirando a largo. Moreno. No te llega a convencer. Habláis. Habláis. Habláis. Sólo piensas en hablar con él. Las expectativas siguen altas. Además escribe. No puede ser. No lo hace mal. Joder. Le lees. Le relees. En su último texto habla de un tema nuevo. Veamos. Buscas indirectamente alguna palabra que te relacione. La encuentras. Te lo niegas. ¿Por qué iba a escribir sobre mí? No seas egocéntrica, ok. Sí, era sobre mí. Escribes sobre él. Más obviamente que él, para que lo sepa de seguro. Ostia, que obvio te ha quedado. Seguro que lo lee y huye. Lo lee. (Huye). No huye. Dice que le gusta. Habláis. Le cuentas algo sobre tu anterior chico, para ver cómo progresa. Dice que se alegraría de que os vuelva a ir bien, que dónde hubo fuego siempre queda nosecuánto. Pasa un tiempo. No habláis. No te habla. Pasas de él un tiempo. Te busca. Te encuentra. Recuerdas ciertas cosas. ¿Y si está jugando? Quedáis. Hay tensión. Mucha. De la buena. Te entra. No te enteras. Menos mal. ¿Película? ok. Tumbados. Te abraza. Te muerde. Te mueves. Se acerca. Te mueves. Te aprieta. Se gira. Te giras. Boca. Labios. Beso. No te dice te quiero para no asustarte. Parque. De la mano. Inocencia. Besos por la ciudad. La ciudad parece Nueva York. Humedad. Lluvia. Sin paraguas. Sin ropa. Indescriptible. Llamadas que duran toda la noche con te quieros que se escapan. Conversación breve. Corta. Pusilánime. No te  reconoces a ti misma. Mariposas en el estómago. Despertar y dormir. Dormir y despertar pensando en él. Pero nada serio. Está claro por las dos partes. Clarísimo.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Casualidad, siempre te confundo con Destino, identificaos bien.

Me enseñaste que se podía querer lo que no ves y lo que está lejos de ti. Con el tiempo he aprendido que las cosas pasan por sí solas y que es mejor que sean así. Que no tienes que empeñarte en buscar soluciones a todo, ya que dicen que el tiempo lo cura todo. La soledad siempre ha sido una de mis mejores amigas y la música mi inspiración. Estos días en los que no veo ninguna salida a mis problemas, me pongo mis cascos, pongo la música a todo volumen y me olvido de todo lo que hay a mi alrededor. No necesito nada más para sentirme mejor. Hay días en los que he pensado que era mejor no levantarse, será que me levanto con el pie izquierdo o que la situación no cambia. Me dicen que aprenda de los errores, pero yo soy de esas chicas que cuando tropiezan con una piedra, tropiezan mil veces más. Dicen que después de la tormenta sale el sol, pues sinceramente muy pocas veces he visto salir el sol. También dicen que cuando una puerta se abre, otra se cierra. Y esto es verdad. Las cosas cambian tanto de un día para otro sin saber el porqué, por eso me gustaría ser la dueña de mi destino.