Seguidores

viernes, 7 de diciembre de 2012

Miro de lejos las llamas mientras haces de la velocidad una forma de vida.


Lo peor en esta vida es intentar auto convencerse de algo que no tiene lugar donde tú le intentas hacer hueco. Por pequeño que resulte el sentimiento, está tan presente que hasta te hace desconfiar. Sientes rabia, coraje, y sabes que no puedes hacer nada al respecto, solo callar, tragar y odiar a toda esa retahíla de estupideces que deja a su paso por toda tu cabeza. La forma que tiene de causarte un gran caos. Está presente, quieras o no. Recuerda, olvídate de los remordimientos. Son más que tú. Te pueden. Relájate. Deja de pensar que está mal pensar diferente ahora. No sé qué puedes decirle que ya no sepa. Le ofreces tu apoyo en todo lo que hace. Lo sé. Te enfadas por las tonterías que comete, pero sin darle importancia, porque se te pasará y ni te acordarás. Te entiendo. Tienes un abrazo para los momentos que lo necesite. Tienes una risa para cuando se arme de valor y te demuestre que es más valiente que tú. Entonces, dime, ¿por qué te asusta sentir algo distinto a lo que estabas acostumbrada? Ahora el frío se desliza de tus manos a tus ojos y viceversa. Es un frío diferente. Hay frío que te congela por dentro y frío que sólo te recuerda que estás viva. Ver como la lluvia choca contra tu rostro, y pensar que alguno besa esa lluvia. Solo quieres eso. Tener a alguien a quien coger de la mano cuando crees que vas a caer. Cuidar un buen principio para un final eterno. Mirar el fuego de la hoguera queriendo arrojar en él todo lo que no te hace feliz. Los momentos que no merecieron la pena, y chamuscar todo. Calcinar el pasado que te hace tener miedo. Y avivar los domingos noche. Los abrazos bajo mantas ajenas. Los besos al principio y final de cualquier camino. No soltarte nunca por si algún día decides soltarte para siempre. El fuego de la hoguera logra calentarte las manos, y puede mirarte sin saber que tú le ves. Pensando: Ojalá nunca tenga que incinerar estos recuerdos. Estás cansada de soñar y carbonizar los sueños.