Seguidores

miércoles, 8 de junio de 2011

Solo disfruta!

La vida es un puzle en que hay que unir las piezas. Pero no se trata del tiempo que tardes, o de lo deprisa que vayas, lo importante es unirlas, no dejarlas en la caja por miedo a ver lo que forman, porque todo el empeño que pongas en unirlas merecerá la pena.
Y si no puedes solo, tus amigos estarán ahí para ayudarte, porque al fin y al cabo la vida es un juego, en el que solo hay dos opciones: jugar o jugar. El único inconveniente es que no hay instrucciones, hay que aprender a jugar solo. Tan solo hay una única regla: caer esta permitido, levantarse es una obligación. El juego dura dos horas contadas, el reloj de arena ya se ha dado la vuelta, disfruta cada minuto como si fuera el ultimo, DISFRUTA.
No hay nada mejor que una tarde con alguien especial, olvidándote de tu alrededor. Haciendo lo que más te gusta, ir de compras, mirando ropa, descubriendo la que será la próxima temporada. Otra opción, hacer el tonto sin parar, comer lacasitos, o lo que menos te esperas. Una de esas tardes en las que te lo pasas como nadie.

Echar de menos...

Dicen que en el verbo echar, lo primero que se echa es la H, y no.
En el verbo echar, lo primero que se echa es de menos. Se echa de menos a los que no están, a los que se fueron, quizá también a los que nunca estuvieron, incluso se llega a echar de menos por anticipado, por los que no estarán. A los ausentes, a los que viven lejos y a los que están tan cerca que ni les sientes. Se echan de menos a los que no se hacen ver, a los que no aparecen pero están. Te echas de menos a ti misma, y a los que ya no te rodean. Necesitar y no encontrar. Eso es echar de menos.

No te quedes colgado en el tiempo, disfruta del presente.

Mañana es sinónimo de un día menos. Ayer es el recuerdo de lo que fue y ya no será. Y el hoy es tan efímero que lo único que puedes hacer es poner tus sentidos para guardar en la memoria un tiempo que automáticamente se convertirá en pasado. Porque la vida es ver como en un abrir y cerrar de ojos el ahora se convierte en antes, y el después en ahora, para sucesivamente ir dejando todo atrás. Nos enfrentamos al tic-tac conscientes de que somos indefensos ante él, y aún así nos empeñamos en cargar a nuestra espalda el dolor que supone un tiempo que se nos va, un libro que nunca tendrá segunda parte o un punto y final que estamos obligados a escribir. Y poco a poco olvidamos que por mucho que lo intentemos es imposible volver al pasado, o cambiar el sentido de las agujas del reloj, borrar los errores que cometimos, o revivir un momento en el que nos gustaría habernos quedado para siempre: dejando escapar gran parte de nuestra vida buscando la manera de congelar el presente. Dejemos huella para aquellos que vengan, para que tracen una linea nueva y nuestro punto y final se convierta en un punto y seguido, para que cada vez que abramos el álbum de nuestra memoria nos sintamos orgullosos de lo que hemos hecho. Para poder decir algún día, que sentimos nostalgia por cada una de las sonrisas que hemos exprimido a lo largo de la vida. Porque lo importante no es el pudo haber sido y nunca fue, sino el puede ser, y seguro que así será.

Aprendí...

Aprendí que los peces nadan y la aves vuelan. Que los políticos mienten, que la Tierra es redonda. Que la gente es falsa, que todo el mundo tiene dos caras. 
Aprendí que la suma de dos y dos son cuatro, que hay que dar más de lo que se recibe. Que no hay que ilusionarse demasiado. Que la vida es un regalo. Me enseñaron que el futuro no está escrito, que el universo es infinito y que nosotros somos personitas diminutas, casi inexistentes. Aprendí que el tiempo pasa, que las arrugas salen y que la belleza no es lo más importante. Aprendí a no creer en las promesas, a confiar en casi nadie y a contar con los dedos de una mano a quien de verdad siempre estuvo a mi lado.

Porque 1 + 1 no siempre son 2.

Porque el blanco puede ser negro, porque el negro es la mezcla de todos los colores, porque lo más fácil no siempre es lo acertado, porque lo complicado a veces es más atractivo, porque lo atractivo no siempre tiene que ser bonito, porque un "no" a veces es un "sí", y un "sí" a veces es un "no" escondido, porque no es oro todo lo que reluce ni plata todo lo que no brilla, porque comer a veces no te quita el hambre y dormir no significa que descanses, porque estar rodeado de gente no significa estar acompañado, porque se puede soñar despierto, porque la gente cambia, y tú cambias con ellos, que la inmensa mayoría no son lo que aparentan lo acabaras viendo, y aceptando con el tiempo. Porque a veces los ojos hablan más que millones de palabras, porque a veces los silencios son mucho más que las palabras.