Seguidores

domingo, 24 de abril de 2011

You're not alone.


Cuando estés de noche en tu habitación, aún cuando tengas las puertas y las ventanas cerradas y apagada la luz, no digas que estás solo: nunca se está solo.
La soledad es comúnmente aceptada, como un estado de desamparo e incomunicación del que hay que tratar de salir cuanto antes y a toda costa e incluso si para ello, debemos aceptar el "sacrificio" de soportar la compañía de personas con las que no compartimos ni los mismos gustos e intereses ni los mismos ideales y ni lejanamente parecidos sentimientos. ¿Merece la pena que para huir de la soledad, nos obliguemos a convivir con quien no tenemos casi nada en común?
A mucha gente le parecerá que si, porque cualquier remedio es bueno antes que tener que enfrentarnos cara a cara con nuestro propio yo y dialogar profundamente y sin ruido con él en soledad.
No obstante, que no todas las soledades son nocivas. Las hay buscadas; las de aquellos que persiguen en el silencio y la armonía propios una reflexión calmada y estimulante. Pero como dice un viejo aforismo: la soledad es un buen lugar para encontrarse, pero uno muy malo para quedarse.
Sería demasiado cruel decir que quién está solo es porque realmente así lo quiere. Podría resultar incluso ofensivo para todos aquellos que experimentan al borde del drama el dolor intenso de la soledad, siendo incapaces de escapar de un aislamiento que no pretenden.
Pero, como siempre, para cambiar el curso de lo que nos ocurre no hay otra receta que actuar. Hay que intentar alegrarse de la situación que atravesemos y sentir que somos víctimas de no sé qué maldición desagradecida que nos impide; no nos ayudará a salir nunca del lugar en el que estamos.
Hay una Ley "divina"; algunos le han puesto nombre, aunque yo huyo de todas las etiquetas. Esa Ley determina que recibes, aquello que das. Y se cumple exacta y estrictamente siempre, en una suerte de equilibrio o de compensación universal. La forma de encontrar compañía es brindándola, la manera de sentir amistad es siendo a la vez amigo y la de ser amado es amar. Es simple, pero eficaz.

Miss U*


Te echo tanto de menos, ahora estoy despierta; solo abrázame fuerte, en cada sueño tú eres la luz que me guía. Estábamos perdidos, en este camino tortuoso; te echo tanto de menos, te llamo de nuevo, ven, ven esta noche.

Solo abrázame fuerte. En esta lluvia desértica, tú eres mi luz guía. Estábamos perdidos, en este camino de la marea, nos olvidamos del amor, nos olvidamos de nosotros.

Ahora, estoy aquí, los sueños se han hecho realidad.
Siento que la arena se está marchando con la tormenta, y yo estoy dentro de este sueño, que parece una lluvia desértica.
Siempre tendrás mi alma, incluso los sueños son mundos secretos.

viernes, 15 de abril de 2011

Tu carácter, traza tu destino.


El carácter se define formalmente como el conjunto de reacciones y hábitos de comportamiento que se han adquirido durante la vida y que dan especificidad al modo de ser individual.
En el lenguaje coloquial, ya sabemos que no siempre preciso y muchas veces falaz, señala que una persona que “tiene carácter”, generalmente es porque posee un "mal carácter", sin matizar que una cuestión es disponer de una personalidad definida y un sólido temperamento y otra simplemente ser desagradable y maleducado.
La desconsideración y la pérdida del control en las situaciones de presión, son síntomas de una naturaleza desequilibrada cuyo efecto sobre los demás suele ser la generación de una tensa y permanente angustia alrededor.
Tener carácter es ser consecuente con nuestras ideas, principios y valores y estar dispuestos a defenderlas con interés, pero con respeto, teniendo claro que nunca hay razones absolutas y, si acaso, sólo argumentos propios discutibles. Las ideas no se imponen, y menos con agresividad y violencia verbal; las ideas se exponen.
Tener carácter es ser capaz de responder a los enigmas, misterios y problemas que la vida trae consigo a cada paso, recurriendo a lo que ya hemos aprendido y estando dispuestos a aprender lo que aún nos falta. Es también controlar los impulsos, dominarse a sí mismo y no ceder a la corriente imperante cuando nuestras convicciones son firmes.

Tener carácter es no temer equivocarse, porque el error forma parte del aprendizaje y, por supuesto, no preservarse en los demás para tomar una decisión que debe ser propia, es decir, adoptar individualmente las decisiones que afecten a nuestra vida y ser responsables del resultado de las mismas sea este el que sea.
Y en definitiva, tener carácter es no desmoronarse en las situaciones más adversas, porque manteniéndose firme y confiado se sale de ellas; algo imposible si nos entregamos a la desesperación.

La única cosa casi segura, es que ese día llegará.

Cuando la espera para que cambie una situación adversa se prolonga y recobra tintes de eterna, es normal que perdamos la fe y que tengamos, además, el legítimo derecho a ello. Somos ídolos en potencia que, a medida que el tiempo va desgastando nuestros sueños, tendemos a venirnos abajo sin solución y hay que estar muy convencido y, sobre todo, disponer de una esperanza sin fisuras, para no someterse ante el desaliento.
Esperanza no es fingir que no existen los problemas, pero sí que estos tendrán fin. Es la confianza de saber que las dificultades no son perpetuas, que las heridas curarán, y que la adversidad se acabará superando. Es también quizá lo único que nos puede mantener en pie, cuando estamos desesperados.
La esperanza es el sentimiento que te hace sentir que lo que tienes no es permanente.

jueves, 7 de abril de 2011

Muchos de nuestros sueños parecen al principio imposibles ...


... luego pueden parecer improbables, y más tarde, cuando nos comprometemos firmemente, se vuelven inevitables.
Pincha aquí para ver esta foto.Nadie duda de que todos tengamos incorporada ‘de fábrica’ la capacidad innata de soñar, pero también resulta indudable, que sólo unos pocos desarrollan a su vez la capacidad de convertir aquello que anhelan en algo definido y real.
Bien es cierto que no somos iguales, y que hay personas con talentos y habilidades desarrolladas al extremo, lo que en principio parece un buen aval para lograr cuanto se propongan en la vida. El misterio se plantea cuando constatamos que muchos de los que han conseguido alcanzar metas importantes, lo han logrado, objetivamente, sin poseer ni unas aptitudes ni unas destrezas singulares. Entonces, ¿qué diferencia a las personas que transforman sus deseos en una realidad tangible y aquellas que no?
Pincha aquí para ver esta foto.
Algunos, al tratar de responder a la pregunta, aludirán a la tenencia de suerte como factor esencial. Otros lo explicarán por la aparición accidental en el horizonte de buenas oportunidades. Otros dirán que lo fundamental es la disposición de las herramientas apropiadas en los momentos oportunos y algunos, los más místicos, solo creerán que una persona que carezca de preparación, de suerte, de oportunidades y de herramientas, sólo será posible que cumpla sus sueños si son favorecidos por un milagro. Y sin embargo, a veces ocurre así…
Me atrevo a decir que el pequeño porcentaje de personas que logra hacer realidad sus ambiciones, se las toman muy en serio. Es decir, no admiten bromas ni medias tintas al respecto. Son su absoluta prioridad. Se comprometen con todo su ser y hacen que ese deseo arda en su interior hasta inflamarles de entusiasmo. A la vez, creen que lo que persiguen es posible y esa creencia ilimitada les mantiene en marcha, por mucho que las circunstancias sean adversas. En resumen: poseen determinación y perseverancia.
Siguiendo con las cualidades que atesoran los ‘cumplidores de sueños’, digamos que conocen bien lo que desean y podrían ser muy específicos con los detalles. No quieren una vida mejor, saben perfectamente de qué color es esa vida, cuánto pesa, cuánto mide, dónde se encuentra, con quién la compartirán y quién les puede ayudar a llegar hasta ella…
Y confían en si mismos, porque saben que son capaces (suspenden la incredulidad) y que si acaso no lo fueran, encontrarían las capacidades y el conocimiento que les faltasen por el camino.
Pincha aquí para ver esta foto.
Además, no les importa sacrificarse en lo que desean y no buscan jamás la manera más fácil y rápida de hacer las cosas.
En el viaje hacia lo que soñamos, ser positivos, pacientes, apasionados y persistentes, se convierte en el mejor equipaje. La alegría del cumplimiento y la recompensa, acabarán pesando más que cualquier dolor y penuria soportados. Y cuando cumples el primero de tus sueños, lo bueno es que ya no se te resistirá ninguno de los que vayan detrás.

Vive tus sueños.

¿A quién seguir cuando estás perdido en tus sueños?
¿A quién le susurras tu dulce melodía?
En la oscuridad y en la luz de la luna estas en busca de lo que va a llevar a esos recuerdos porque los ángeles son como el sol.
Cuando tu vives tus sueños, vives tu vida. La felicidad es ahora y siempre. Quiero que sepas que cuando tu puedas amar, podrás volar.
Y desaparecer ante tus ojos ...
Y el más allá es ese vacío. Ahí, donde solamente estamos tú y yo.
Soy la energía y tú la fuerza. No importa dónde estés. Puedes vivir, puedes amar.