Seguidores

viernes, 7 de diciembre de 2012

Miro de lejos las llamas mientras haces de la velocidad una forma de vida.


Lo peor en esta vida es intentar auto convencerse de algo que no tiene lugar donde tú le intentas hacer hueco. Por pequeño que resulte el sentimiento, está tan presente que hasta te hace desconfiar. Sientes rabia, coraje, y sabes que no puedes hacer nada al respecto, solo callar, tragar y odiar a toda esa retahíla de estupideces que deja a su paso por toda tu cabeza. La forma que tiene de causarte un gran caos. Está presente, quieras o no. Recuerda, olvídate de los remordimientos. Son más que tú. Te pueden. Relájate. Deja de pensar que está mal pensar diferente ahora. No sé qué puedes decirle que ya no sepa. Le ofreces tu apoyo en todo lo que hace. Lo sé. Te enfadas por las tonterías que comete, pero sin darle importancia, porque se te pasará y ni te acordarás. Te entiendo. Tienes un abrazo para los momentos que lo necesite. Tienes una risa para cuando se arme de valor y te demuestre que es más valiente que tú. Entonces, dime, ¿por qué te asusta sentir algo distinto a lo que estabas acostumbrada? Ahora el frío se desliza de tus manos a tus ojos y viceversa. Es un frío diferente. Hay frío que te congela por dentro y frío que sólo te recuerda que estás viva. Ver como la lluvia choca contra tu rostro, y pensar que alguno besa esa lluvia. Solo quieres eso. Tener a alguien a quien coger de la mano cuando crees que vas a caer. Cuidar un buen principio para un final eterno. Mirar el fuego de la hoguera queriendo arrojar en él todo lo que no te hace feliz. Los momentos que no merecieron la pena, y chamuscar todo. Calcinar el pasado que te hace tener miedo. Y avivar los domingos noche. Los abrazos bajo mantas ajenas. Los besos al principio y final de cualquier camino. No soltarte nunca por si algún día decides soltarte para siempre. El fuego de la hoguera logra calentarte las manos, y puede mirarte sin saber que tú le ves. Pensando: Ojalá nunca tenga que incinerar estos recuerdos. Estás cansada de soñar y carbonizar los sueños.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Y entre la resignación y el miedo, me callo.

Sólo puedo pensar en cómo pasa el tiempo. Tiempo que ha mejorado físicamente, pero no psicológicamente. Siempre hay un "bye" detrás de un "good" y el corazón pisa el freno después del primer infarto. Debería aguantar más, tentar menos y verte nada. Pero mi pequeña revolución se muestra ante ti como una esclava que echa de menos sus cadenas. Como un perro sin bozal ni ladridos. Vaciándose como una ciudad abriéndose en comisarías, mirándote como tratando de decir: ¿no ves que ya te desprecio? Una presencia de bramidos agónicos que clama tu presencia entre butacas, para esta función de desánimos. Ya las ansias han dejado paso a las dietas como si ya no tuvieran nada que hacer. Como si todo lo que queda por ocurrir nos considerara innecesarios. He comprado una vida normal a precio de finiquito y trato de hacer las cosas bien: he cambiado aquel vaso en que me ahogaba por un océano lleno de peces y ningún tritón. Sé que la noche me es infiel porque uso el despertador y tiro el café con prisas. Porque tu risa sigue removiéndose en mi estómago cada vez que hago repaso de mis destrozos por tu vida. Los contenedores ya no contienen. Hay huelga de reponedores en mi almacén de fuerzas y las ganas ya no ganan al final de la partida. Todos pierden. Y en nuestros dientes se van acumulando los mordiscos que una vez te has tragado hasta el último sueño. Sentimientos que cotizan el paraíso fiscal de las soledades anónimas, suciedad limitada. Y yo puedo mirar el silencio como un pequeño desenfreno de ausencias, que se lleva los ruidos a algún otro lado que no me pertenece, como si midiéramos los suspiros en decibelios en lugar de en arañazos. Supongo que la resignación es aprender a sonreír mientras esperas. Y así voy, con el cinturón de seguridad desabrochado, segura del todo a riesgo, acelerando. No hay curvas peligrosas, solo un muro a lo lejos que me mira con sus ojos de futuro insatisfecho mientras susurra: ¿a dónde te crees que vas? Y siempre es la misma respuesta: a la guerra. Aunque ahora que no voy contigo no es tan divertido ir contra el mundo. Ni sé si merece la pena.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Confieso que...

Ni tú has nacido para estar en una jaula ni yo sirvo para llevar cadenas. Admito que hay noches frías, en que me caigo de entre tus sueños y aparezco en un montón de realidades ajenas y entre ellas no estás tú. Pero detrás de cualquier excusa siempre termino volviendo sobre tu sombra para preguntarme: ¿y ahora qué? Porque es muy difícil saber... Esto no es una confesión de maldad por las cosas que no te digo sino más bien todo lo contrario, es un no querer hacernos daño queriéndonos, que paso de contratos de exclusividad, que me duele el personaje literario que me creo yo misma cuando te veo crear y yo tengo que callarme. Ya ves. Que quiero ser tu otra mitad, pero de forma que tú no cambies. Porque estoy dispuesta a dejarme llevar por todas las contracorrientes, a saltar de cualquier precipicio, a caer, si es que se puede, en el abismo de un buenos días, cariño, voy a hacer el desayuno mientras tú finges que sigues durmiendo. Dispuesta a morir contigo en el próximo asalto. Y a veces me teñiré de oscuro, de reproche inconsciente e instintivo, de herida abierta que sangra para luego echarte en cara cantidad de mierda. A veces no podré evitar ser una jaula. Pero tienes que saber que luego será por la mañana, que las malas noches, las peores incluso, también se pasan. Va a ser tan difícil que en muchísimas partes tendremos miedo. Y a veces nos buscaremos en calles equivocadas, en labios distintos, en un azar caprichoso dónde solo tendremos la seguridad de que ni tú ni yo vamos a cambiar nuestro molde para ser un final feliz en el postre de un cuento...Tendremos un barquito de piel con nuestros defectos bordados a mano y tirados por la borda, con el viento en la frente y el secreto de elegirnos libres para volar sin cortarnos las venas porque ni yo puedo quererte y ser una jaula a la vez, ni tu vas a quererme si tienes que usar cadenas.



TD.

sábado, 25 de agosto de 2012

El pasado pesa, el futuro pasa.


Por si tu aún no lo sabes: sigo sin un camino, pero al lugar donde quiero llegar nadie pregunta cómo llegué y solo dicen: bienvenida.
Por si tu aún no lo sabes, tu vienes conmigo.

Por si tu aún no lo sabes: he grabado tu risa por todas estas paredes, y te he besado los labios en los mismos lugares donde una vez estuviste, donde tu ya no estabas.

Por si tu aún no lo sabes, y aunque duela mañana, te he dejado en la puerta las llaves para que entres por esta casa sin pedir más permisos y tan solo pases, pases y me digas "vale, el futuro está en tus manos y yo no voy a soltarte".

Aunque duela mañana, por si aún no lo sabes.

lunes, 23 de julio de 2012

Tú el mal que me hace sufrir.


Sabes de sobra que así no podemos seguir. Algo me dice que no, que esto se pierde.  ¿Y quién nos lo iba a decir? Se secó nuestro jardín. Es normal, tú eres marea que viene y se va, y yo la orilla del mar. No entiendo como la rabia enciende las palabras, palabras que no son nada pero llegan al alma. Y he decidido no perder ya ni un solo segundo más... Por favor di de una vez, que es lo que quieres de mí, no puede ser que las cosas se queden así, como la triste canción, que yo escribí para ti, como el maldito silencio que llega hasta a mi. No te querrán como yo, como yo te quise a ti, y vivirás de un recuerdo que hiciste morir. Fuimos ninguno de dos, fuimos un cielo que llueve y se aleja de aquí.

miércoles, 18 de julio de 2012

BV.

Como ya sabréis, nada en esta vida es eterno. Amor, dinero y amistad. No dura tanto como la vida. Pero el momento de mayor auge compensa que no sea eterno. En el tema de las amistades, van y vienen. Aprendes y valoras lo que han hecho por ti, lo que no, te hace valorar a ti las siguientes. A cierta edad, te das cuenta de lo que realmente es la amistad, eso de que son las personas que 'están siempre ahí', que están en 'todo lo que necesites', es un cuento chino. La verdadera amistad, es que el tiempo que pases con esa persona sea para disfrutar, sea honesta, te diga lo que piensa de ti, de todo lo que te rodea. Te ayude a comprender situaciones de tu vida, y sobre todo, que no te mienta y juzgue después. ¿De qué vale que 'esté ahí' si luego toda la confianza que depositaste la perdió por criticarte? Alguien a quien tu valorabas de intachable, duele. Otra cosa que creo que bastante gente no soporta son las comparaciones. Ninguna persona es igual a otra. Eso es lo que hace que tengamos personalidad, haber si pensamos un poquito. Todo esto no podría escribirlo si no fuera porque recientemente he tenido muchos cambios en mi vida. Me gustan los cambios, sobre todo si son para progresar y mejorar como persona. Creo, y afirmo más bien, que todo lo que haya hecho no sea correcto para todos, pero sí lo es para mi. Ninguna decisión es fácil, pero hay que tomarla, para bien o para mal. Me alegro de estar en esta situación, porque gracias a ello he conocido a dos grandísimas personas, que día a día me están demostrando que ha valido la pena avanzar el trance anterior. Siempre nos aferramos al dicho "es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer". Ya es tarde.
Bienvenidas a mi vida, para quedaros.

lunes, 16 de julio de 2012

Somos como el viento, quién sabe donde irá.

A veces luchamos por algo y luego descubrimos que cuando lo conseguimos, nuestros objetivos han cambiado. Y para algunos ya es demasiado tarde. Se han sobrepasado los límites. Y el daño ya está hecho. Pero otras veces, consigues justo eso que siempre habías querido, para luego descubrir que no es lo que necesitas de verdad.

viernes, 13 de julio de 2012

Rebobinar hacia adelante.

Me gustabas más cuando te inventaba yo. Ya estoy bloqueada y en blanco. En serio. No sé lo que pasa. En realidad no sé lo que pasa con nada. Tanteando la suma de los días, puedo contar casi unos ciento cuarenta amaneceres los que he tenido todo eso tan cerca. ¿Sabes cuántos atardeceres he querido tirar todo por la borda? Yo no tengo culpa de inventarme lo que no sé de ti y acabar terriblemente decepcionada al conocerte. Supongo que puedes intuir que estoy todavía a tiempo de olvidar todo. Que querer es pasar de conseguir lo que quieres, a conseguir todo lo que quiere, por lo visto. Que quiero ser tu derrota y que me cumplas. También podemos hacer como si nada, ¿no? Que se nos da de puta madre. Bueno, no estoy del todo enganchada, todavía hay un salvavidas a unos metros de mi tobillo. Puede estirar la pierna y agarrarlo. Lo sabes, me puedo ir. Te espero donde se acaban tus no me atrevo.

jueves, 28 de junio de 2012

Siete.

Dicen que todos los caminos llevan a un final, pero a veces, el final parece igual que el principio. Y cuando crees que ya has recorrido mucho camino, de repente puedes encontrarte en el mismo sitio donde empezaste porque todos los caminos están plagados de curvas y giros. Y un paso en falso puede suponer un desastre. Pero pase lo que pase, tienes que mantener el rumbo y abrir tu propia senda porque ahora, ya no hay marcha atrás. Y parece que este, va a ser el viaje de nuestra vida.

viernes, 15 de junio de 2012

To get away.


Dime, ¿dónde se supone que tengo ir? Y, ¿a quién se supone que tengo que creer? Si supieras lo que yo sabía, entonces podrías ver lo que yo veo. Así que, cogeré mis maletas, y me iré lo mas lejos que pueda y como pueda, porque nada es como yo creía conocer, y trato de ocultarlo, pero no puedo más. No hay nada peor que sentirse como si uno no existiera. Y dices que tengo buen aspecto. Si tu supieras lo que pasa por mi mente..., verías una imagen totalmente diferente. No podría mostrártelo, incluso si lo intentara.
Debo haberme perdido en el tiempo cuando me di cuenta que era libre para estar dónde alguna vez quise estar.

jueves, 24 de mayo de 2012

(2) No todo podía ser perfecto.

Mal. Peor que mal. Nefasto. Excesivo sosiego. Me agobio. Te aburres. Comienzan los primeros desperfectos. Recuerdas por qué te marchaste otras veces. A la mierda la probabilidad. Quieres quedar. No, hoy no me apetece. De puta madre. Parece que haya que hacer las cosas por obligación, cojones. No, si no quieres, pues nada. Vale. Se cansa. ¿Por qué no llamaste ayer? No me agobies, anda. Pregunta que hacia dónde va esto. Quiere tener algo más. Hacia mal sitio si continúas así. Así cómo. Discusión. No es cómo le idealizaste. Quieres que cambie. Lo intentas. No cambia. Intenta cambiarte. ¿Wtf? No voy a cambiar por él. Mal. A peor. Llamadas de minutos contados con el te quiero sin sentido al final. 5 minutos contados. Eternas. Tensión. Mucha. De la mala. Celos disparatados. Putos celos de mierda. Ojalá no hubiese. Contener. Regañar. Discutir doblemente. Le gritas. Te alza la voz. Gilipollas. Puta. Imbécil. Zorra. Sólo quieres perderle de vista. Reconciliación. Unos días bien. Más disputas. Drama. Discusión por toda la ciudad. Apesta la ciudad. Perder el control. Droga. Borrachera. Gritos, más gritos. Reproches. Cada uno por su lado. Conoce a otra. Volvéis. Algo raro se presencia. Confianza en decadencia. Celos con razón. Asco de celos. Déjame en paz. Mierda de Nueva York. De frio. De ambiente. Piensa en la otra. Sueña con la otra. Idealiza a la otra. Te conviertes en la otra. Escribe sobre la nueva. Que tiene ella que no tenga yo. Todo. Se lía con la otra. Total no tiene nada serio. Lo siente no pretende hacerte daño. Te quiere pero. No le mereces. No eres tú. Pero él te quiere. Lo hace difícil. Huida. Echar de menos. Adiós.

martes, 22 de mayo de 2012

(1) Quiéreme si te atreves.

Le ves. Le conoces. Le vuelves a ver. Idealizas. Se presenta. Le oyes. Tiene la voz más grave de lo que pensabas, pero está bien. Sonríe. Dientes bonitos pero no perfectos. Pelo corto tirando a largo. Moreno. No te llega a convencer. Habláis. Habláis. Habláis. Sólo piensas en hablar con él. Las expectativas siguen altas. Además escribe. No puede ser. No lo hace mal. Joder. Le lees. Le relees. En su último texto habla de un tema nuevo. Veamos. Buscas indirectamente alguna palabra que te relacione. La encuentras. Te lo niegas. ¿Por qué iba a escribir sobre mí? No seas egocéntrica, ok. Sí, era sobre mí. Escribes sobre él. Más obviamente que él, para que lo sepa de seguro. Ostia, que obvio te ha quedado. Seguro que lo lee y huye. Lo lee. (Huye). No huye. Dice que le gusta. Habláis. Le cuentas algo sobre tu anterior chico, para ver cómo progresa. Dice que se alegraría de que os vuelva a ir bien, que dónde hubo fuego siempre queda nosecuánto. Pasa un tiempo. No habláis. No te habla. Pasas de él un tiempo. Te busca. Te encuentra. Recuerdas ciertas cosas. ¿Y si está jugando? Quedáis. Hay tensión. Mucha. De la buena. Te entra. No te enteras. Menos mal. ¿Película? ok. Tumbados. Te abraza. Te muerde. Te mueves. Se acerca. Te mueves. Te aprieta. Se gira. Te giras. Boca. Labios. Beso. No te dice te quiero para no asustarte. Parque. De la mano. Inocencia. Besos por la ciudad. La ciudad parece Nueva York. Humedad. Lluvia. Sin paraguas. Sin ropa. Indescriptible. Llamadas que duran toda la noche con te quieros que se escapan. Conversación breve. Corta. Pusilánime. No te  reconoces a ti misma. Mariposas en el estómago. Despertar y dormir. Dormir y despertar pensando en él. Pero nada serio. Está claro por las dos partes. Clarísimo.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Casualidad, siempre te confundo con Destino, identificaos bien.

Me enseñaste que se podía querer lo que no ves y lo que está lejos de ti. Con el tiempo he aprendido que las cosas pasan por sí solas y que es mejor que sean así. Que no tienes que empeñarte en buscar soluciones a todo, ya que dicen que el tiempo lo cura todo. La soledad siempre ha sido una de mis mejores amigas y la música mi inspiración. Estos días en los que no veo ninguna salida a mis problemas, me pongo mis cascos, pongo la música a todo volumen y me olvido de todo lo que hay a mi alrededor. No necesito nada más para sentirme mejor. Hay días en los que he pensado que era mejor no levantarse, será que me levanto con el pie izquierdo o que la situación no cambia. Me dicen que aprenda de los errores, pero yo soy de esas chicas que cuando tropiezan con una piedra, tropiezan mil veces más. Dicen que después de la tormenta sale el sol, pues sinceramente muy pocas veces he visto salir el sol. También dicen que cuando una puerta se abre, otra se cierra. Y esto es verdad. Las cosas cambian tanto de un día para otro sin saber el porqué, por eso me gustaría ser la dueña de mi destino.

lunes, 23 de abril de 2012

Every breath you take.


Cada vez que respires, cada movimiento que hagas, cada atadura que rompas, cada paso que des, cada vez que finjas una sonrisa,
estaré observándote.
Cada día, cada palabra que digas, cada juego que juegues, cada noche que te quedes,
estaré observándote.

sábado, 21 de abril de 2012

Sometimes we expect more from others because we would be willing to do that much for them.


Let it fade away.

See the reason in your eyes giving answer to the why your eyes are haunting me.
Why can’t you see it? Why can’t you feel?
You keep runnin’
I keep fallin’.

Te llevaste una página más, un capítulo que nunca terminará, una historia vacía que extraña su final.

Shhh. No quiero que digas nada, aunque tampoco lo harás. Tan sólo dime al menos dónde puedo encargar a alguien como tú, una réplica igualita a ti, a pesar de que sea una copia barata, no me importa, lo daré por válido. Encárgate de que venga con todos tus defectos incorporados en el precio, que plagien tu esencia, y tu estúpida forma de hacerme de rabiar, de reírte de mí. Que hagan una absoluta fotocopia de la manera que intentas ignorarme. Lo quiero igual de tonto, idiota, gilipollas, imbécil, con la misma iniciativa, no me importa pagar gastos complementarios. Eso si, que no tacañeen en tus detalles, y que le jodan al copyright pero quiero calcadas todas tus palabras. Saca partido a la oferta y exige que me lo facturen sin gastos de envío. Y si eso no es posible, pide al menos la garantía y asegura mi corazón a todo riesgo. Espero no exigir demasiado.

domingo, 8 de abril de 2012

Yo solo busco que nadie lo entienda.


Lo intento pero me cuesta demasiado quedarme parada en esta silla y ponerme a pensar la forma exacta de saltarme las lágrimas tecleando. Me ha subido la miopía y estoy todo el rato con la mirada entornada y con un gesto de tortura. Me pesan las manos y los pies los tengo de plomo, no sé qué me pasa. Tengo el pelo muy embarullado y sencillamente me da igual. Ya no me paro a mirar las cosas lentamente, creo que ahora todo me da igual. No es tristeza, no sé lo que es, ni quiero saberlo aunque no me gusta estar así. Antes me producía intranquilidad el no saber las cosas, ahora le sonrío a todo; quizás esté sola, pero me siento mejor que acompañada.
Ayer me senté junto a la ventana y me froté los brazos, me enganché más al libro que estoy enganchada con un buen café bien cargado. Posiblemente es la sensación de no querer que se acabe lo que me hace releer las páginas de ese libro. Conseguí encontrar la guitarra y toqué aquella canción que tanto me gustaba... ¡Sí!, me relaja, hace que me olvide de todo por un momento.

sábado, 7 de abril de 2012

Porque de mucho más grandes hemos salido.


Sin darnos cuenta, increíblemente, la vida pasa muy deprisa y no actuamos nunca como es debido. Lógicamente, cometemos errores, ¡está claro que los cometemos! Si no fuera así, ¿cómo se crearon las grandes ideas? Lo grave es que no me doy cuenta de que, pasen los años que pasen, siempre me quedarán los mismos para estar completamente feliz. Te decepcionan, se te cae el mundo, te hierve la sangre de las venas, te vuelves adicta a la música, ¿para qué? Para olvidarte de que el mundo amanece día a día, para arrastrarte a la nada, a la misma mierda. Mejor dejar claro que jamás te han conocido y que jamás lo harán. Lo mejor es que sepan que todo lo que te importa es el tamaño de tus cascos y el volumen que le acompaña.
Lo inconcebible es que nunca acabas por darte cuenta de que lo que haces, lo haces porque quieres grabarte un nombre en tu piel. No cuentan las veces que han hecho que lo pases mal, en las que te han hecho llorar, permanecen en ti las ganas de mirarles con ese tipo de sonrisa que suele aparecer en esos intentos. Me han soltado miles de veces, me han completado otras tantas, me han odiado el doble. Pero yo siempre sé lo que quiero. Y lo que quiero es lo que no puedo conseguir, porque sí, porque me pueden las ganas cuando parece que me dicen que ni lo intente, me pueden las veces que parece que no lo conseguiré.
Increíblemente los mejores luego son los peores. Pensando que nunca te decepcionarán, ver lo contrario hace sentirte inútil. Y por ahora no entiendo ni lo que piensan, el porqué de llegar a este extremo, lo que conduce de 100 a 0 y de 0 a 100. Luego, después de toda esta parrafada (...), todo se arregla con un abrazo, porque sé que demuestro que quiero a esas personas más que a nadie. Creo que nadie sabe cuánto.

viernes, 6 de abril de 2012

Yo te lo cuento, tú no me crees. Cierra los ojos, dime qué ves.

...Y acaricia la brisa del viento cuando intenta volar, roza con la punta de sus dedos todas esas nubes que una vez intentó capturar. Vigila las mareas para que la luna no se vuelva loca, le sonríe al sol para que nunca se apague. Le da su calor hasta a su peor enemigo, vive sin miedo. Camina por el filo más estrecho de todos, procura planear con un paraguas en lo alto, llora cuando no le han dicho que llore, llama a la puerta y entra sin previo aviso. Hace trampas en cuanto a amar se refiere, no cree en el destino, siente que solo es una etiqueta para la casualidad. Entristece por desconocidos y sonríe las virtudes de los demás. Odia no ser querida, repite mil veces sus actos después de hacerlos, nunca antes, le da miedo el que pensarán. Canta debajo de la ducha, se clava los cascos en las orejas y se considera melómana. Puede nadar en los mares más profundos y esconder en su cuerpo más cicatrices que sonrisas. Quiere a demasiadas personas a la vez y se hierve la cabeza para entender todos los misterios que ella encierra. Tiene miles de hojas arrugadas sin terminar de pensamientos que ya quisiera alguien saberlos. Sería un gran problema.

Y que la luna salga por donde quiera.

Hoy no es un día de esos en los que me entretengo escribiendo.
Hoy es un día en el que tiraría todo por la borda, me tiraría hasta yo.
Hoy es un día en el que no quiero hacer las cosas bien...

jueves, 5 de abril de 2012

Y con tanto y con tan poco se hizo grande la ilusión.

¿Sabes? El sol no está ahí para cegarnos, ni las tormentas para no poder volar, ni tu futuro es como tú lo estás pintando, ¿es que no ves que en esta vida hay que soñar?

Inventando una huida, obligarme a no verte, y al pensar que volvía a entender que mi suerte al final se perdía, como me perdía yo...


Se me ocurrió mirarte diferente a los demás, se me ocurrió fijarme más en ti, se me ocurrió sentir algo de lo que estaba convencida me iba a hacer sonreír. Podría haber elegido otras formas de llorar, quizás de alegría, pero no, contemplé la posibilidad de tenerte entre mis brazos algún día. Y es que iba por buen camino, iba en línea recta, nada me podía hacer perder la esperanza, ¿por qué no apostar todo en ti? Pensaba eso, lo recordaba todo el tiempo, y eso me hacía sonreír de vez en cuando. Necesité unas semanas para darme cuenta que tú y yo somos dos polos opuestos, que no se podían unir. No quiero decir que esta vez ha sido igual que la anterior, aunque yo no quería sentirlo en mi interior, como con ese tres que todavía no logré olvidar, yo quería sentirlo como el primer día de mi vida en el que las cosas, por distante que pareciera, me habían salido perfectamente.
Ahora, no sé qué hacer con todas esas promesas que me hice a mí misma, no sé dónde tirarlas, porque en realidad no quiero olvidarlas, quiero guardarlas en un cajón, en lo más hondo de mi interior, quiero recordar cuando me tocastes, cuando nos dimos besos, quiero recordar cuando me puse roja al pensar que tenía razón respecto a lo que me hacías pensar.
Quizás, yo no quiera volver a verte, quizás cambie de camino yo para no verte, tal vez, eso de equivocarse voluntariamente de sentido estaba en tus planes, lo más seguro es que no lo leas, y está claro que no sabes que esto va para, lo que algún día pudo ser, nosotros, no sé ni siquiera si existe esa parte de ti que me hacía reír un día sí y el otro también.
Dime tú que hago con todo esto, dímelo, no sé donde guardarlo, es difícil crecer, seguir, con tu corazón.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Me jugaría la boca, por morder tus labios.

Y se ríen de mí porque no puedo besarte y me cuentan las otras vidas de nadie
que no elegí como mías.

No es un juego,
hay algo que por dentro me obliga a recoger el infierno y dejarlo habitable
para tu sonrisa.

Cada noche que no estás se me hace tarde entre fantasmas
y poesías.

Porque mientras tu sueñas
yo me quedo escribiendo mis pesadillas.

domingo, 25 de marzo de 2012

Te cambio un sí por ese ya no puedo...

Cuando mi fuerza se fue y me di por vencida en la vida, en mi punto más oscuro: fuistes mi guía. Me dijistes que debería vivir mi vida al límite, que cuando caiga, volverme a levantar y luchar. Bueno, la forma de mi corazón no miente; estoy decidida cuando confías en mí. Es todo lo que necesito. Ahora espero, si lees esto, que creas que todo lo que hago es enorgullecerte. Hazme fuerte, para levantarme, aclarar mi mente. Nunca me rindo desde que dijistes que hay que mantener viva la esperanza. Dijistes que merecía lo mejor en la vida. Se supone que debería estar ganando...

jueves, 22 de marzo de 2012

Y me habré cansado de perder la razón a solas.

Ni siquiera puedo decir que los días, al menos, son nublados.
Es un poquito más triste aún
porque en cuanto sale el sol
bajo las persianas como si no quisiera saber. 

viernes, 16 de marzo de 2012

Última calada.

Noto como apagas el cigarro, expulsas el humo, y sólo queda una nube de distancias en el aire, un silencio desierto entre nosotros, a penas donde en una espera nadie llora.
Y se van con el humo, difuminándose, haciendo formas, lo que luego llamaremos recuerdos. 

One and only.

Has conseguido permanecer en mis pensamientos. Me he encariñado cada día. Me perdí en el tiempo pensando en tu cara. Que no sé cuánto tiempo me ha costado dejar mis dudas aparte, pero lo conseguí. Eres el único al que quiero. No sé por qué estoy asustada, he estado en esta situación antes; cada sensación, cada palabra, lo he imaginado todo. Pero nunca lo sabrás si no lo intentas, eso dicen. Olvidar tu pasado y simplememente ser mio, es lo que quiero. Te reto a que me dejes ser la única, prometo que merezco que me estreches entre tus brazos. Así que vamos, dame una oportunidad, para demostrar que soy la que puede caminar esa milla hasta que comience el fin. Si he permanecido en tu pensamiento al menos una milésima de segundo, si te quedas colgado de cada palabra que digo, si te pierdes en el camino cuando escuchas mencionar mi nombre, sabré cómo es sentir tenerte cerca. Que sólo necesito que me digas que cualquier camino que yo elija, me seguirás. Sé que no es fácil entregar tu corazón, nadie es perfecto, creeme lo he aprendido.

Fact.

He llegado a un punto, en el que no sé si es peor el miedo
o el frío
y pienso que la soledad es un infierno helado
por donde todos caminamos desnudos.

Seguir | Abandonar.

...es como colgar las botas
en el vestuario
y mirarlas
dudando de si quieres seguir jugando
o si en cambio ya tuviste suficiente
y a otra cosa. 

miércoles, 14 de marzo de 2012

A la tercera va la vencida.

No hubo tanto que discutir, simplemente nos quedamos desamparados.
sin tener a lo que empeñarnos nos dejamos caer creyendo que nosotros mismos sabríamos salir por nuestra propia cuenta del abismo. Nos dejamos caer confiando demasiado, quizás, en nuestras alas.
Estaba claro que algo no salió bien. No es la primera, ni la segunda, pero si la última vez.
Las mentiras nos inventamos. Y hasta los secretos. Sobre todo los secretos.
He convertido el destino en una resignación. La desgracia en rutina y he disminuido el fuego al calor de su ímpetu hasta conseguir meterlo en un caja de cerillas y ponerle una señal de advertencia. De aviso o más bien de peligro. Aquí nadie se acuerda de lo que son los sueños, lo que es soñar, lo que conllevan en el intento, y mejor.
Y para qué oponerse, hay una capa de odio puesta como lentillas en los ojos. Una máscara caducada, que está tan podrida que apesta como las desilusiones. Puse en marcha caracterizar a la necesidad en números, al valor en porcentajes, y puesta en oferta la falta de interés.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Los pequeños detalles nos delatan.

Lo realmente importante no son los regalos, tampoco los mensajes, ni un mundo de promesas, partiendo de que a la larga se deja de cumplir. Sólo me gustaría querer un poco de la esencia de alguien invertida en mi tiempo. Aparentemente, puedo parecer ser la persona más exigente, pero la realidad es que me conformo con lo esencial. Una persona soñadora, luchadora, algo ilusa y utópica podría ser mi definición. La mayor parte de las veces, me cuesta aceptar que no se puede confiar en nadie del todo, y fallo, pero más fuerte me siento. Quizás me equivoque, pero la experiencia ha conseguido que actúe así. Supongo que tengo demasiada paciencia y en algunas ocasiones eso hace que la única manera de aprender sea a base de golpes. Soy rara, lo admito, tengo mi propia forma de querer. Es esa, la que puedo enseñar, y no sé querer de otra manera. Me intimidan afinidad de cosas e intento superarlas a cada paso que doy, aunque no siempre con éxito. Ni quiero, ni busco ser peor o mejor que nadie, sólo soy yo en un mundo de apariencias. No sé olvidar. Conozco y domino que hay cosas que no me serviría de nada intentar olvidar, pues a ciencia cierta se, que son indestructibles. Conservo algún secreto, guardado por miedo a que puedan fraccionar su poder. Comprendo de sobra lo que puede y lo que no puede hacerme feliz. Y da la casualidad que aquello que lo consigue, siempre me hace llorar, pequeñas grandes contradictorias, pero es eso lo que me hace feliz, que no dejará de serlo, por mucho que me aleje de ello, y sólo tengo una vida, una vida en la que quiero ser feliz.

lunes, 5 de marzo de 2012

Y cada segundo que pierdo es más de lo que puedo soportar.

He llegado a la conclusión de que realmente nadie me conoce lo suficiente. Que todos piensan que me conocen, pero se equivocan. No saben que soy muy sensible, que cualquier cosa me afecta enseguida y mucho. Que odio los problemas, los evito. No entienden que soy de las que piensa que las cosas se arreglan hablando. Que no comprenden, que me tiro horas y horas llorando por asuntos del pasado. Que no intuyen, que me ilusiono muy rápido y que ese es mi peor defecto. Que soy fuerte, pero no de hierro. Que se creen que soy feliz, que aunque lo aparento, realmente me estoy matando por dentro. Que todos dicen mucho, pero hablan poco. Que no saben nada, nada de mi.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Breathing.


Sólo te extraño cuando respiro.
Sólo te necesito cuando el corazón me late.
Este sentimiento no es el habitual. Eres la única cosa en la que creo.
Sé que volverás a mi y estaré esperándote aquí hasta el fin.
Eres tú, eres ese algo que me mantiene viva. Eres la droga que necesito. El paraíso que estoy buscando. 
Estoy gritando tu nombre, pero no me respondes. Sé que te besé, ¿o fue sólo una fantasía...?

sábado, 25 de febrero de 2012

Como agua para chocolate.

Todos nacemos con una caja de fósforos adentro, pero que no podemos encender solos... necesitamos la ayuda del oxígeno y una vela. En este caso, el oxígeno, por ejemplo, vendría del aliento de la persona que amamos; la vela podría ser cualquier tipo de comida, música, caricia, palabra o sonido que engendre la explosión que encenderá uno de los fósforos. Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa. Una indiferencia placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir, puesto que la combustión que ocurre cuando uno de los fósforos se enciende es lo que nutre al alma. Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se humedece y ni uno solo de los fósforos se encenderá nunca.

viernes, 24 de febrero de 2012

Volar sin alas, volar sin aire, volar muriendo...


Eres muy rara.
Te pasas la tarde sin hacer nada cuando sabes perfectamente que luego no te dará tiempo a terminarlo todo; te quedas dormida encima de la cama mientras lees un triste libro aburrido que te han mandado, y sigues soñando las mismas tonterías de siempre. Luego te despiertas y haces que estudias cuando tu madre entra en la habitación, sabiendo que en cuanto salga cerrarás el libro. Más tarde te vas a duchar, ya se te ha pasado la tarde. Si tienes ganas, cenas, y si no vuelves a tu habitación a no hacer nada. Piensas que estás desaprovechando tu vida pero no haces nada por evitarlo, te da igual, ya nada parece importante.
Abres la persiana y ves como la noche se come tu mundo, y solo queda luz en aquella estrella. La miras y deseas que todo vuelva a ser como antes, que vuelvas a sentirte útil y capaz. Enciendes la lámpara y te sientas en la cama a escribir todo aquello que no te atreves a confesar en voz alta y que sólo un teclado podría comprender. Pasan las horas, y tú sigues ahí despierta; para cuando logras conciliar el sueño, ya son más de las cinco. Sólo te quedan pocas horas hasta que el ruido de ese horrible despertador irrumpa en tu cabeza mientras sientes que ya no aguantas más.

jueves, 23 de febrero de 2012

Indecisión.

Siempre me ha intrigado no llegar a entender por completo, en qué medida somos plenamente conscientes de cada una de las decisiones que tomamos, y que van moldeando nuestro día a día, colocando o recolocando, cada pieza en ese complejo puzzle que es la vida. Desde que nos levantamos y hasta que volvemos a dormir vivimos obligados a elegir, de manera constante entre un torrente de posibilidades. Actuamos, determinando a cada momento lo que queremos, y lo que no. Lo que dejamos, y lo que tomamos. E incluso, lo que pensamos o dejamos de pensar. Tal vez, visto en la distancia, cada decisión debería llevarse a cabo estrictamente por la ley de la lógica. Quizás, deberíamos valorar los pros y los contras de cada alternativa y analizar las expectativas y los aspectos positivos y negativos de cada elección… quizás. Y que esta sería, la única manera de decidir bien. Pero dónde encajamos aquí un palpito tan efectivo como la intuición. El impulso que nos dice qué es lo mejor para nosotros, sin análisis previo. Cada elección va creando nuestra vida. No podemos tener la certeza absoluta sobre nada. Cuando optamos por un camino u otro, o elegimos a una persona frente a otra, o una idea ante su contraria, y sigamos el método que sigamos, lo hacemos convencidos de que en ese momento es lo mejor para nosotros e incluso para los demás. Por tanto, no cabe volver atrás sobre ello. Elegir es difícil, pero no queda otra.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Renunciar es la manera fácil y aceptable para dejar de sufrir.


Cuando se eterniza la resolución de nuestros asuntos y el tiempo, va limitando poco a poco las ilusiones y quitándonos cada día una pizca de aliento. Cuando las certezas que un día tuvimos, se van diluyendo una tras otra dejando paso a las dudas. Cuando no nos sale nada bien y somos incapaces de predecir el final de la racha; renunciar se convierte en una fácil y aceptable opción para dejar de sufrir. Y si además, escuchamos alrededor las voces destructoras de quienes "nos quieren ayudar" y que nos dicen cosas como: "Yo en tú lugar, abandonaría", lo más sencillo es bajar los brazos de una vez. Es curioso que todos los que nos quieren "ayudar" y que nos dan como advertencia renunciar, pongan todo el entusiasmo en ese consejo y apenas ninguno en decidir y decirnos: "A ver: ¿Qué necesitas de mi, para que tu sueño pueda triunfar?". Desistir ante un obstáculo que surge en mitad de nuestro camino hacia algo en lo que hemos empleado mucho esfuerzo, invertido talento, y desgastado tiempo, es una manera terrible de erradicar un sueño. Antes de cerrar y terminar con un sueño, deberíamos volvernos a preguntar por qué empezamos y si ha cambiado algo desde entonces; y no me refiero a las circunstancias, sino a aquello que nos impulsó a comenzar. Lo más probable es que la motivación siga existiendo, pero simplemente nos decepciona no obtener resultados todavía. Deberíamos concretar si lo que nos impide seguir es el miedo a fracasar y el hecho de no poder soportar una decepción ni ante nosotros ni ante los demás. Es decir, un miedo absurdo e ilógico a perder, cuando cada triunfo en la vida está emprendido por múltiples derrotas. Lo más triste de renunciar a un sueño es no llegar a saber nunca qué hubiera sido de nosotros de haberse cumplido. En qué nuevas personas nos hubiéramos convertido, que ya no seremos. A qué gente, qué lugares, qué experiencias hubiéramos conocido, y que ya no estarán. O quién, que si siguió intentándolo, se habrá apropiado de esa vida que hubiéramos querido para nosotros.

martes, 21 de febrero de 2012

Aunque estés lejos...

Este tiempo, este lugar. Empleado mal, errores. Demasiado tarde. ¿Quién soy yo para hacerte esperar? Solo una posibilidad, solo un respiro, por si acaso solo una vez, porque tu sabes que te quiero y te he querido desde hace mucho. Y te extraño estando lejos, demasiado lejos. Y en mi sueño mantengo que estarás conmigo y que nunca te iras. Dejo de respirar si ya no te veo más. De rodillas, te preguntaré que me des la oportunidad para un último baile, porque contigo yo resistiría todo el infierno para sostener tu mano. Daría todo, todo por nosotros. Daría cualquier cosa y no me rendiría estando demasiado lejos. Tu sabes lo que yo quiero. Quiero que digas porque necesito oírte decir te quiero. Descansa en mí y nunca me dejes ir, sigue respirando porque nunca te dejare ir.

Lo esencial se mantiene, no cambia.

Pensamientos insuperables para alimentar nuestros sueños y para recordarnos que en mitad de esta vida de vértigo, que somos incapaces de manejar con el criterio y la pausa necesarios, es conveniente frenar de cuando en cuando, desahogar tensiones, calmar la irracional urgencia de los ‘asuntos urgentes’ y dar cabida a lo esencial. ¿Qué es lo esencial? Aquello que dentro de cinco o diez años seguirá estando ahí, y no lo que transcurrido ese mismo tiempo, ni siquiera recordarás…

lunes, 20 de febrero de 2012

Ais.

No puedes evitar que alguien se cruce por tu camino, pero si que se quede en él.

sábado, 18 de febrero de 2012

Si quieres conocerte, observa a los demás.


Muchas veces nos comportamos como analfabetos emocionales cuando se trata de entender las motivaciones ajenas. Imaginamos que lo que impulsa a la gente hacia algo tiene una causa concreta, cuando en realidad la motivación es completamente diferente. Los sentimientos se nos escapan y hay que tener mucha sensibilidad para descubrir en mitad de la característica y agradable sonrisa que nos saluda, un trasfondo de penas y sufrimiento. Nos olvidamos que esa forma de actuar es también la nuestra y que los demás no son diferentes. ¿Qué ocurre?, nos preguntan. Nada, respondemos. Y se añade a modo de reto: ¿es que me tendría que pasar algo? Pues la mayor parte de las veces sí que pasa y descargar el corazón, ayuda. Escuchar es el camino para comprender. Y no se trata de alquilar tus orejas, sino de poner el corazón en la escucha, dando importancia a lo que a la otra parte si que le parece importante aunque a nosotros nos resulte infantil, ingenuo o inocente. Evitando juzgar y reprochar, porque la gente ya es suficientemente inteligente como para que alguien le venga con el conocido: "Parece mentira que no te dieras cuenta". Que si, que la gente se da cuenta sin que nadie se lo tenga que recriminar después...

viernes, 17 de febrero de 2012

Hay muchas cosas que me gustaría decirte, pero no sé cómo.

En realidad, me he dado cuenta que no te importa lo que diga, solo le das importancia a la consecuencia de mis palabras. Te crees lo que te digo, pero es solo una aproximación de todo lo que podría llegar a contarte. Verás, todos nos guardamos un as en la manga. Las propias palabras se pueden volver en nuestra contra y actuar negativamente hacia nosotros mismos. No pienses que te miento. Tan solo procuro establecer un margen para que todo vaya "bien" y evitar palabras necias, que luego se convierten en imprescindible para atacar. Tampoco es malo que no te lo diga todo, así puedes llegar a crearte una idea de lo que realmente buscas saber. Incluso si observas un poco, todo se muestra, sin hacer falta decirlo.