Y se ríen de mí porque no puedo besarte y me cuentan las otras vidas de nadie
que no elegí como mías.
No es un juego,
hay algo que por dentro me obliga a recoger el infierno y dejarlo habitable
para tu sonrisa.
Cada noche que no estás se me hace tarde entre fantasmas
y poesías.
Porque mientras tu sueñas
yo me quedo escribiendo mis pesadillas.
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