Seguidores

viernes, 11 de febrero de 2011

Algún día.

- ¿Te puedo pedir una cosa?
- Sí, dime ...
- No te acostumbres a mí.
- ¿¿Cómo??
- Que no te acostumbres a mí, ni a mi risa, ni a mis sonrisas en esos momentos, ni a mis besos, ni a mi olor, ni a mis caricias, ni a mis cambios de humor ... No te acostumbres a mi cara cuando te ríes de mí, ni te acostumbres a mi rabia, ni a reírte de las cosas que digo.
No te acostumbres, en serio.
- ¿Y eso a qué viene?
- A nada, simplemente algún día me cansaré, me iré y echarás de menos todas esas cosas a las que un día te acostumbraste.


No hay comentarios:

Publicar un comentario