Seguidores

domingo, 17 de julio de 2011

Si tuvieras dos caras, ¿cuál usarías?


Pienso que es interesante saber sobre la autenticidad y sobre el hecho de ser auténtico, más allá de las apariencias o de las convenciones sociales establecidas.
Nos traicionamos sin duda a nosotros mismos, cuando formamos parte de algo ajeno, disimulamos lo que en realidad somos, para adaptarnos a lo que creemos que los demás quieren que seamos y que no tiene nada que ver con la esencia verdadera de nuestro ser. La vida se llena de esta forma de disimulos y de falsas apariencias y tal es así, que llegamos a pensar que sólo nos acabarán aceptando si mostramos una versión light, cuando no falsa, de nosotros mismos.
Y así nos vamos adaptando y nos volvemos serios, aunque seamos alegres o risueños cuando en realidad somos serios o aficionados a tal o cual cosa, aunque en realidad la odiemos y nos llegamos a vestir uniformemente al resto, aunque tengamos estilo propio y frecuentamos sitios en los que no nos sentimos cómodos o acabamos, en definitiva, haciendo cosas que no nos gusta hacer ...
Es el sentido de pertenencia. La necesidad que tenemos de compartir con otros, para ni estar, ni sentirnos solos. Eso no está mal, pero creo que deberíamos hacerlo sin traicionar lo que somos.
¿La receta?: ser auténticos. Ser nosotros mismos y no una pálida versión. Eso implica ser diferente sí, pero es que lo somos de hecho, y no sentir miedo por mostrarnos en realidad.
Las falsas apariencias son como los edificios, tarde o temprano se derrumban y se descubre el verdadero ser. Y es que todo resulta más fácil y nos sentimos mejor cuando nos comportamos con autenticidad. Cuando aparentamos ser otra cosa, se percibe siempre y algo por dentro nos dice que la persona que tenemos delante y que se comporta de determinada manera, no es realmente así.
Por lo menos a mi me ha pasado, que cuando he aprendido con los años a ser yo y a renunciar a lo que los demás puedan llegar a pensar de mi, es cuando mejor me he sentido. Es de lo más deseable que a uno le puede pasar y no me he perdido nada por ello, salvo lo que ha sido mejor perder. ¿No es positivo que los demás sepan siempre exactamente cómo eres y lo que pueden y no pueden esperar de ti?

No hay comentarios:

Publicar un comentario