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miércoles, 12 de octubre de 2011

Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?


¿Preocuparse? Si, pero hasta la medida justa.
Limitar las preocupaciones debe de ser una línea de trabajo a seguir. Tan lamentable es preocuparse exageradamente por todo, como no preocuparse absolutamente por nada. Partiendo de la base de que todos tenemos problemas, el peso final que tengan los mismos sobre nuestro ánimo, dependerá más que nada de la percepción que tengamos sobre ellos.
Hay actitudes optimistas para los que una situación adversa no es más que la oportunidad declarativa de probar su talla para superar las cosas y actitudes pesimistas que en parecida circunstancia se desaniman y ceden. No se puede exigir a nadie ser un héroe y permanecer íntegro y completo ante los problemas, pero tampoco por ello se puede ser comprensivo con la cobardía. Fortaleza y energía ante todo y tratar de ver oportunidades incluso en lo que sólo parezcan desgracias.
Si has perdido, bajado, caído. Si te has derrumbado o has sido expropiado recientemente de algún sueño o privado de alguna querida y entrañable ilusión, no te preocupes tanto. Subirás, te levantarás, te volverás a construir y volverás a soñar y a experimentar, porque así es la vida y es una verdad inmutable, aunque ahora todo te pueda parecer nefasto.

2 comentarios:

  1. Aii kris, si todo fuera tan fácil como pensar "ya irán mejor las cosas"....

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  2. Qué buena forma de empezar el día!
    A veces no es fácil ver las cosas de esa forma, pero los textos así te ayudan a intentarlo :)
    Te leo pronto!

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